Señor Director,
A propósito de la carta «El niño delincuente», y de los comentarios que han surgido a partir del hecho del pasado martes, vuelve a mostrarse la hipocresía de un país que construye «personas invisibles» por su incapacidad para legislar oportuna y adecuadamente en favor de quienes viven como si no existieran.
En el mismo sentido algunos honorables, osadamente tal vez piensan que, por recordar principios están trabajando en favor de la vida. No señores parlamentarios; apostar por la vida es, por ejemplo, aprobar de una buena vez el proyecto de Sala Cuna universal en lugar de seguir engrosando el Estado con cerca de 100.000 nuevos funcionarios.
Pbro. Nicolás Vial Saavedra – Presidente Fundación Paternitas