Señor Director,
Impacta la podredumbre moral que se infiltra por todas partes como si fuera natural. Parecemos atrapados e inmovilizados por esta avalancha de corrupción imparable. ¿Es que el desborde de lo externo, la ecología, el cuidado de las mascotas, la estética de la ciudad y de las personas y tantas otras cosas, se han convertido en el desprecio de lo interno, lo bello, noble y honesto del ser humano?
Es necesario un quiebre, un después, que marque un itinerario fundado en la esperanza. Cuán necesario resulta que un proyecto país de los candidatos, y más aún de quien ostente la primera Magistratura, incorpore en su línea de acción el desarme total de los cerrojos que nos anquilosan y que impiden que llegue la primavera a Chile. Para esto hay que ser valiente, tener amplitud de corazón, compasión, generosidad y visión. ¿Estamos dispuestos a recuperar la moral, lo más prístino de lo humano y hacer que en ello se sustente la auténtica democracia?
De cada uno depende: precipitarnos al infierno del Dante, o enmendar decididamente.
Pbro. Nicolás Vial Saavedra – Presidente Fundación Paternitas