Las incipientes comunidades cristianas perseguidas y abusadas por el poder romano se unían graníticamente para poder colaborar con la misión que realizaba San Pablo. En ese sentido, le proveían de los bienes necesarios para que la palabra de Cristo cumpliera su objetivo.
Los imbuidos de nobleza de corazón y de esperanza serán quienes estarán dispuestos a colaborar en medio de la confusión y de las mentiras. Es cierto, como lo han dicho otras instituciones se hace difícil recaudar fondos para lograr las metas humanas y sociales que se han propuesto.
La fundación Paternitas también lo ha resentido, y por ello apelamos a un discernimiento profundo de la ciudadanía para que considere redoblar su generosidad en esta hora oscura que se cierne sobre tantas fundaciones reconocidas por su transparencia y exitoso trabajo.
¿Prevalecerá la duda lo que inmovilice a la gente, o más bien la hora oportuna para hacer el Chile que soñamos para nosotros y las futuras generaciones?