Señor Director:
Nadie en su sano juicio podría estar de acuerdo con la violencia registrada contra la presidenta del Senado y candidata a la presidencia, Sra. Provoste, y al diputado y candidato presidencial, sr. Boric. La violencia en todos sus géneros- contra cualquier persona – hecho lo que haya hecho, será siempre irracional, impropia e injustificable.
Al respecto, me llama la atención que quienes la condenaron nada dicen- entre otras razones- de esa otra violencia que repta en sigilo, maltrata, agrede, falta al respeto y mutila esperanzas de millones de chilenos todos los días. Me refiero al trato indigno, cruel y amenazante que sufre a menudo el ciudadano de la calle, el común y corriente, por los que se creen tener derecho de oprimir, humillar y despreciar. Sus tentáculos son largos y pueden causar mucho daño. Como afirmaba Voltaire: «Todo es soportable salvo el desprecio».
Para qué referirnos ahora a lo que se vive al interior de los centros penales de adultos y adolescentes. Lo sucedido con los candidatos expresa el cansancio y el despertar de un pueblo pisoteado. Como peones de ajedrez buscan poner fin a una agonía exasperante.
La cultura infernal, transversal- visible por todos lados- del dictador que aprovecha su cargo y dominio- cualquiera sea- para dar rienda suelta a la arrogancia y superioridad tiene que dar paso a la cultura del diálogo sincero, cooperación, empatía y confianza. De lo aparentemente irreconciliable hacia lo conciliable. De la ira y la venganza a la comunión fraternal.
Tarea que nos compromete. Revisemos nuestras formas de comunicarnos, de escucharnos y de vincularnos. Reconozcamos nuestros errores y esforcémonos por eliminarlos. Tengamos valentía para no evadir nuestras responsabilidades. Busquemos oportunidades para conversar, ayudarnos y aprender. Nuestra Patria se lo merece.
Pbro. Nicolás Vial Saavedra
Presidente Fundación Paternitas