Secreto Profesional

Fundación Paternitas es una institución que ya lleva más de 30 años dirigiendo sus esfuerzos a romper el círculo de la delincuencia. Todo comenzó incipientemente de la mano del Padre Nicolás, cuando a sus 28 años, la Iglesia de Santiago le dio la tarea de acompañar a los privados de libertad.

Poco y nada existía en ese entonces sobre cómo debía ser ese acompañamiento. El Padre siguió su intuición, y se entregó día a día a ellos: los más marginados entre los marginados. Muy solo, pero con mucha fe, recorrió un gran camino. Y fue en el camino que descubrió como debía ser el apoyo que requieren los privados de libertad para salir adelante. Muchas de sus conclusiones hoy siguen iluminando el espíritu de Paternitas, pues aún cuando hoy trabajamos sobre la base de modelos basados en evidencia, con especial atención al impacto y estadística, lo que nos sigue guiando es y siempre será, el dar dignidad al ser humano.

Es en nuestra capacidad de vincularnos con el otro donde reside quizás nuestro mayor “secreto profesional”. Todos nuestros programas, sea cual sea el objetivo de su intervención, tienen como base la mirada humana e integral a la persona. Devolverle su humanidad allí donde, por distintas circunstancias de la vida, la ha perdido o más bien, se ha distanciado.

El primer paso en este camino de dignidad a través del vinculo, está en el reconocerse persona, con deberes y derechos… el deber de mejorar, el deber a superarse, el deber de soñar con un futuro distinto… y también en el derecho que tenemos todos a equivocarnos. Una equivocación no puede determinar nuestras vidas, una equivocación es y debe ser, un espacio de humanización, donde la persona enfrentada a sus propios límites se reconoce como un ser social, que necesita de un otro para mejorar. Y es aquí donde otra vez cobra sentido el vínculo que ofrecemos en Paternitas. Es en esa nueva mirada humana, donde nuestros usuarios descubren de cuanto son capaces, de cuanto pueden lograr, de cuan valiosos son, y es sobre la base de esa nueva mirada de sí mismos, una mirada amorosa, que les exigimos. Les exigimos compromiso, responsabilidad, fuerza, verdad y perseverancia. No para con nosotros, sino hacia ellos. Hacia su deseo de cambiar, hacia su futuro, sus hijos, parejas, madres.

Entendemos que probablemente llegaron hasta acá producto de innumerables vulneraciones, pero aquí, en esta espacio de dignidad, lo primero que se les devuelve es la responsabilidad sobre sus propios actos. Por fin son capaces de decidir, tienen conciencia de ello, son capaces de tomarle el peso a sus decisiones, y ser libres. Ya no solo por estar fuera de la cárcel, sino por tener conciencia sobre sus propias vidas.  Les damos las herramientas para volar alto, y les exigimos que lo hagan. Atrás las victimas de sus historias y adelante los protagonistas de su futuro.

Y es que si algo hemos aprendido en estos 30 años de caminar, es que, la peor víctima es aquella que lo es de sí mismo. Al trabajar por la libertad, no trabajamos para que salgan todos los “presos” a la calle, trabajamos para que quienes están en la calle puedan sentir y gustar la libertad de decidir y construir una vida en la verdad de sí mismo.

Francisca Lewin

Coordinadora General de Proyectos en Fundación Paternitas

 

Embriaguez de la soledad

Señor Director:

Un crimen tan alevoso y descarnado, y con ese ensañamiento brutal confesado por Ariel Mena Suazo, deja en estado de schock a un país entero. Ante lo ocurrido, no es de extrañar que se produzca una ceguera en lugar de una mirada en perspectiva que permita un análisis amplio, sin perder la cosmovisión respecto de la génesis que lleva al horror de estos hechos delictivos.

Solamente teniendo un amplio panorama de la situación social, sicológica, familiar, educacional y muy en particular de la salud mental del imputado o confeso, podrán las autoridades competentes y las organizaciones especializadas evitar en el futuro lo que, de cuando en cuando vuelve a suceder, sumiendo en el terror, dolor, muerte y sufrimiento a las víctimas por el resto de sus vidas.

Con todo, lo anterior se pudo evitar, y los verdaderos responsables de aquel fatídico día son y serán siempre quienes por distintas circunstancias no son capaces de sancionar lo que les corresponde hacer, traicionando los deberes y decisiones que la inercia, negligencia, indiferencia o ausencia de profesionalismo les impidió.

La cantinela y verborrea de opiniones, de uno y otro lado, son solo un subterfugio que puede convencer a algunos, al menos en lo inmediato, para justificarse en una suerte de engaño comunicacional, sin base ni consistencia.

Un adolescente de 18 años que ha sido detenido más de 30 veces deja en evidencia la inoperancia del Estado para abordar cualquier acción que tenga como finalidad ofrecer recursos contundentes para reorientar una vida en agonía, consumida por la embriaguez de la soledad, de las ausencias, sin afecto, en total abandono social, moral y educacional. Una sociedad responsable y preocupada de todos sus componentes hace rato que debió tomar resguardo y apoyar de distintas maneras a quien carecía de lo esencial para no convertirse en un peligro para la sociedad. Es vergonzoso escuchar a los más altos responsables del Poder Judicial hablar de aumento de las penas ante delitos reiterados de los jóvenes, ignorando, lamentablemente, las consecuencias y peligro que reviste para la ciudadanía aquello. Hay otras vías para sacar a estos jóvenes del delito, considerablemente más eficaces que la privación de libertad, con vastas estadísticas que lo demuestran.

La Fundación Paternitas avala esas estadísticas y con su metodología aplicada sin duda que Ariel no habría cometido tan espantoso y deleznable crimen.

Vayan mis condolencias, oración, respeto y admiración hacia la familia de la difunta señora Carmen Gómez y que a todos Dios nos dé valentía para trascender la oscuridad que en tantos lugares se nos impone.

Pbro. Nicolás Vial Saavedra

Presidente Fundación Paternitas

Condena humanitaria

Señor Director:

Llama la atención que todavía se insista sobre la necesidad de construir nuevas cárceles para el combate al hacinamiento que, lamentablemente, por decenios se ha enquistado en nuestro sistema penitenciario. Continuar con ese discurso revela una miopía cavernaria, y por otro lado se mantiene un argumento superado y añejo que para nada soluciona el problema de fondo.

Sabemos por experiencia que los países castigadores no resuelven los problemas de sobrepoblación carcelaria con la construcción de nuevos centros de privación de libertad, porque en el más corto plazo vuelven a estar abarrotados y desbordados de quienes languidecen víctimas de todos los oprobios, dolores, marginalidad y atentados contra los derechos básicos y fundamentales que las cárceles se han especializado en practicar.

“El Mercurio” se refirió, recientemente, a esta situación crítica y deshumanizante, en la que algunas voces señalan que la panacea para esta cuestión, que el Estado no ha sido capaz de resolver, se corrige con la creación de nueva infraestructura para los efectos indicados. Mientras mentes visionarias -en muchas latitudes del mundo- vislumbran que lo pertinente para la seguridad de un país y el flagelo del hacinamiento no está en hacer nuevas construcciones sino en la creación de leyes y protocolos que recuperen al delincuente fuera del ambiente carcelario, otros hacen caso omiso de aquello.

Nuevas alternativas a la privación de libertad tendrían como efecto positivo, además de ser prosocial y efectivo para recuperar a un individuo, disminuir su tasa de reincidencia de un 60% a un 24% y, en breve, reducir considerablemente el hacinamiento, con la consiguiente economía que ello significaría para el país, ya que el costo de atención de quienes han delinquido y su entorno familiar, considerando las capacitaciones respectivas para la inclusión social y destrezas laborales, es 60 o 70% menos del gasto que el Estado realiza con cada uno de los privados de libertad.

La Fundación Paternitas -experta en materias de inserción social, habilitación y acompañamiento de quienes han delinquido- muestra cifras azules que parecen ser de poca importancia para los que proyectan nuevas construcciones de cárceles, a pesar de que la recuperación de una persona sujeta a régimen carcelario ostenta porcentajes vergonzosos. La insensibilidad y el acostumbramiento que han desarrollado los órganos judiciales, fiscalizadores y administrativos para ver el abandono y marginalidad de quienes están dentro de la red penitenciaria muestran una pobreza moral, ética y de irresponsabilidad sin precedentes, generando por lo mismo abuso indiscriminado de los operadores penitenciarios sobre quienes han sido víctimas de un sistema opresor y de exclusión impresentable.

Los jueces, conscientes del hacinamiento de las cárceles como de la ignominia que a ello le sigue, deberían interpretar la ley de modo más acorde con estas circunstancias y considerar al momento de dictaminar la pena otras instancias que esa misma ley los faculta con amplio criterio.

Pbro. Nicolás Vial Saavedra
Presidente Fundación Paternitas

¡Instelecsa S.A se suma a la reinserción!

#EmpresasQueAyudan Hoy, Instelecsa S.A.

Con mucha alegría queríamos contarles que el día de hoy martes 15 de mayo a las 10.30 horas se firmó un Convenio Colaborativo entre la empresa eléctrica Instelecsa S.A., representada por Carlos Pino, encargado de RRHH y la Fundación Paternitas, liderada por el Presidente y Fundador de la institución, Padre Nicolás Vial.

Con este acuerdo, la empresa se compromete a otorgar cupos de trabajo durante este año para nuestros beneficiarios que actualmente se están capacitando como instalador eléctrico en nuestra fundación.

Nuestros beneficiarios podrán optar a las plazas de trabajo a partir del 2 de julio

 

A Fernando Paulsen

A Fernando Paulsen

Tengo la mejor impresión de su persona y he tenido la suerte de ser entrevistado por usted. Con todo creo que no se avienen con sus cualidades y principios los epítetos y comparación con que se ha referido al señor Arzobispo de Santiago. Me parece que la autoridad establecida, por muy equivocada que esté, no puede ser calificada de esa manera, porque ello no soluciona nada, al contrario lesiona su propia imagen de periodista y mina   las relaciones mutuas. Usted tiene una excelente, aguda y notable capacidad para conversar con el público que lo sigue y pudo expresar de una manera mucho más acorde a su profesionalismo su molestia ante las expresiones del Cardenal. Nobleza obliga y por lo mismo hubo tanta repercusión en la comunidad nacional. Todos nos equivocamos, pero hay formas muy distintas para manifestar nuestra disconformidad.

Esta carta no la escribo como defensa de nadie. Simplemente prefiero que triunfe el diálogo debido, el respeto, la voluntad de superar los conflictos y en particular, la disposición para ayudar al que se equivoca. Las descalificaciones agresoras no ayudan a crear espacios para un Chile más fraterno e inclusivo. Los niños repiten lo que ven hacer a sus maestros en la escuela de la vida; a veces repercute muy profundamente en sus corazones. La inmensa mayoría de quienes se encuentran en privación de libertad han sido hijos de la violencia verbal, descalificación y exclusión. No sigamos por ese absurdo camino.

Paternitas lleva trabajando décadas con las personas privadas de libertad, adultos y adolescentes, en la esperanza de que por medio de actitudes, palabras correctivas y oportunas, invitaciones, diálogo respetuoso con propósitos atractivos, descubran que vale la pena vivir de manera distinta a la que ha sido hasta ahora.

Romper los cerrojos de lo vulgar, de lo irreverente, del que no acepta equivocarse y se cree perfecto podría ser un buen propósito para vernos con otros ojos.

Pbro. Padre Nicolás Vial Saavedra

Presidente Fundación Paternitas

Vivir la esperanza

Señor Director:

Los últimos tiempos han sido testigos, de manera evidente, del pecado de la Iglesia chilena como una serpiente venenosa que se ha deslizado y ha dejado su ponzoña por todos lados, impactando profundamente el corazón de las personas. Se escucha a menudo decir a algunos que lo ocurrido es de tal envergadura que cuesta ser optimista y hacer que surja la esperanza.

La experiencia de la Fundación Paternitas ha sido hacer notar que es mucho más importante el futuro que aún no empieza, que un pasado contaminado y muerto. Esto lo decimos en virtud de nuestros usuarios, que llegan a la Fundación movidos por el anhelo de un verdadero cambio de paradigma, que deben hacer realidad enfrentando y luchando contra una sociedad sospechosa y estigmatizadora.

Este drama, inserto en la historia, no ha dejado indemne ni a la Iglesia, ni a los pueblos ni a la política ni a la economía. En un contexto cultural, donde se ha privilegiado el abuso de poder, la mentira, la descortesía, la corrupción, la deslealtad, emerge la ciudadanía como profeta de la historia, el Papa Francisco, y voces múltiples invitando a volver a los orígenes de la cristiandad, que nos han de llevar a la restauración de las relaciones humanas, la ecología, la dignidad y el respeto por la vida.

En este contexto, habiendo sido llamados al orden sacerdotal para proclamar la verdad, la justicia y el amor, se ha traicionado, de manera vulgar y vergonzosa este ministerio. Sin embargo, estos hechos conllevan la esperanza de ser derrotados del orgullo, de la soberbia, del creernos invictos, de pensar que lo sabemos todo. Debemos aprender a escuchar, a conocer los dolores, las angustias y las heridas de los demás, y acogerlos con bondad y misericordia.

Hoy, más conscientes que nunca de nuestras debilidades, y equiparados al pecado más abyecto de la humanidad, nos queda implorar la gracia de Dios para levantarnos y reiniciar el camino para el cual hemos sido llamados.

Pbro. Nicolás Vial Saavedra
Presidente Fundación Paternitas

Caso Barros, no más cortinas de humo

“… He incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada…” señaló el Papa a los obispos de Chile en carta fechada el 08 de abril en curso.

Así de claro, valiente y sin rodeos es lo que espera el país se sincere quien o quienes le han ocultado la información de la que reclama el Santo Padre haber sido víctima.

La manipulación de hechos criminales, venga de donde venga, para ocultar o desviar la verdad, deja de manifiesto un desequilibrio mental, valórico y espiritual profundo y grave.

El largo silencio de el o los responsables del mal causado a la máxima autoridad de la Iglesia, demuestra que podríamos estar ante la presencia de sujetos insanos que no tienen capacidad para reconocer sus errores y, menos aún, los daños provocados.

Ahora, ante el nuevo escenario del documento enviado por Francisco, se escuchan algunas voces pueriles que pretenden convencernos de la inocencia de quienes debieron haber informado claramente, con argumentos que no representan en absoluto lo que esperamos de personas maduras, responsables y educadas para el discernimiento.

Incluso no ha faltado quien ha dicho que las denuncias y acusaciones de abuso sexual son orquestadas por personas mal intencionadas. Sin duda que lo anterior deja claro la insensibilidad y poco tino de su argumento, amén de ridiculizar y desviar el foco central de lo que la carta del Papa expresa.

No más voladero de luces, cortinas de humo, soberbia y auto defensa. Que surja la verdad, aquella que nos hace libres, fraternos, humildes, auténticos.

Chile lo necesita y la Iglesia más

Cocina Nacional: ¡Nueva etapa de graduación!

El pasado martes 03 de abril, en Fundación Paternitas se realizó la ceremonia de graduación del curso de capacitación en gastronomía nacional efectuado entre enero y marzo del presente año.

En esta oportunidad se graduaron 13 jóvenes quienes estuvieron dos meses en el programa C.R.E.O Jóvenes, pasando por un apresto laboral, donde se trabaja en conjunto la manera de enfrentar la búsqueda de empleo, de organizar, planificar y potenciar sus competencias para enfrentarse al mundo laboral, intervención psicosocial y clases teóricas y prácticas en Cocina Nacional, lograron complementar su proceso de manera exitosa encontrándose ahora en proceso de inserción laboral.

A la ceremonia asistieron aproximadamente 50 personas; los jóvenes graduados, sus familiares y delegados pertenecientes a sus redes de apoyo en sus programas RPA o PILSA Gendarmería, además, de Alfonso José Ríos Guzmán, asesor de gabinete de la Sub Secretaria de Prevención del delito, organismo que a partir del Fondo Nacional de Seguridad Pública colabora directamente en el financiamiento de nuestro programa.

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¿Qué es la justicia y cuál es la relación de Paternitas con ella?

Con mucha esperanza recibimos la invitación de quien recién asumió como ministro de Justicia, don Hernán Larraín Fernández, para conversar acerca de uno de los temas prioritarios para el Chile Actual: nuestros niños, niñas y jóvenes vulnerables; realidad ante la cual Fundación Paternitas lleva más de 30 años abocando sus esfuerzos. Junto con destacar que fue un fructífero encuentro en el que el Ministro mostró toda su disposición y preocupación por esta causa, también nos surge innatamente una breve reflexión al respecto:

[highlight background=”” color=””]¿Qué es la justicia y cuál es la relación de Paternitas con ella?[/highlight]

 Sin duda podríamos señalar que es dar a cada uno lo que le corresponde, actuar en la verdad respetando la dignidad humana, asumiendo las consecuencias de nuestros actos. Es decir, justicia y libertad tienen una estrecha relación. Esa es la respuesta que ha conducido por tantos años la labor que en Paternitas realizamos a favor de los grupos más vulnerables, en justicia brindarles la segunda oportunidad que todos merecen, y en libertad, enseñarles a hacer uso de ella. 

Por ello es que vemos con gran optimismo el llamado de nuestro Ministro Hernán Larraín, porque entendemos -al igual que él-  que un Chile más justo es también un Chile más libre, con personas protagonistas de sus vidas. Y son justamente esos niños, niñas y jóvenes vulnerables, con la guía de instituciones como Paternitas, los primeros llamados a transformarse en gestores de su propio cambio y artífices de un futuro mejor, en medio de un Chile que en justicia, les entregue las oportunidades que merecen.

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Desgarro Social

Señor Director:

“El Mercurio” informó que durante un lustro han muerto en las cárceles chilenas más de 300 personas, cifra probablemente mayor. El artículo transmite cierta aceptación pasiva ante un hecho dramático, aberrante, desconcertante y por sobre todo atentatorio al principio fundamental de proteger la vida de quienes son derivados a los centros penales por la autoridad competente.

Ahora, en Semana Santa adquiere mayor relevancia proteger y cuidar al desvalido, vulnerable y en situación de riesgo. La muerte en cruz de Jesucristo, paradójicamente, viene a poner de relieve la importancia de vivir, la penitencia, el amor y el respeto al próximo. Cada día nos sacude, interroga, desafía y nos enfrenta a decisiones que marcarán y definirán la ruta de nuestra existencia.

La Resurrección es estallido de la inercia, luz en la noche, fuerza en la agonía, paz en el quebranto, nacer de nuevo para los atrapados en el delito o encadenados al consumo de la droga. Escenario gravísimo la muerte por descuido, negligencia, falta de oportunidades y atención adecuada y oportuna. Los decesos ocurridos en las cárceles, provocados por una serie de circunstancias, que en definitiva se debió prever y evitar, son constitutivos de delito. La miseria en todas sus expresiones, añadida al ocio, hacinamiento, estrés, maltrato constante, la inasistencia espiritual y médica proporcionada, generan violencia, mal humor e intolerancia. Esos son algunos de los elementos que pueden conducir finalmente a matar o en ocasiones a suicidarse, como forma de gritar el horror de una vida ya sin sentido. La actividad y la ocupación vocacional es ventana abierta al encuentro consigo mismo, a la armonía, convivencia y a la paz del corazón.

Tras este desgarro social y atentado a la dignidad humana se encuentran ocultos los verdaderos responsables de este magnicidio que urge denunciar.

Pbro. Nicolás Vial Saavedra
Presidente Fundación Paternitas