Señor Director:
Soy artesana. Mis conocimientos los obtuve por mi familia y entre comerciantes de todo Chile. Crecí entre ollas comunes y la falta de políticas públicas que atacaran la pobreza y la vulnerabilidad de los sectores más alejados. Soy integrante de una amasandería comunitaria en conjunto con una olla común (“mis manos son tus manos”). Cada día crecen las familias necesitadas, pero disminuyen las ayudas. El virus quizás nos dio un respiro; pero la pobreza continúa afectando a cientos de personas.
He visto, en carne propia, cómo nadie ha puesto como tema prioritario la Reinserción. Algunos sí; pero son pocos, muy pocos a nivel país. Son los artesanos y pequeños comerciantes los que creen en las personas, los que muchas veces les enseñan un oficio, los que apuestan por las segundas y hasta terceras oportunidades. Contar con antecedes no define tus capacidades, no sabes o no puedes lograr más o menos. Como familia hemos podido ayudar a muchas personas a lo largo de nuestro país, reinsertándolos y dándoles la oportunidad de un trabajo digno: inmigrantes, personas con antecedentes, etc.
Hace un tiempo cometí un delito y por ello estuve privada de libertad en San Miguel. Fui derivada a la Fundación Paternitas para capacitarme en Gastronomía y así, después, visualizar un emprendimiento. Conmigo, 16 compañeras, todas mujeres que han pasado por la cárcel. Historias, contextos y sufrimientos diferentes. Mujeres, madres, hijas y hermanas que, al final de día, sólo buscaban algo: una oportunidad. ¡Atrévanse porque quienes quieren cambiar, sí lo harán y no los defraudarán! Apostemos por las oportunidades y veremos como juntos salimos adelante.
Sayonara
Artesana-alumna Fundación Paternitas
Área de Prevención y Reinserción
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