Señor Director:
En el último tiempo la preocupación de las personas y en donde, según ellos, el Gobierno debiera dedicar un mayor esfuerzo la lidera la delincuencia, los asaltos y robos; seguido por las pensiones, salud y pobreza (CEP, 2021). Luego de años dedicándome al mundo privado, me pregunto ¿Cuál es el rol de la empresa/empresarios en estos temas? Diría que es fundamental.
Quienes han tenido el privilegio de desarrollar actividades económicas exitosas, grandes y no tanto, en este sistema de libre mercado- que sabemos que muchas veces es deficiente e imperfecto en lo social- debieran asumir un mayor protagonismo y así llegar donde el Estado no lo hace. Existen beneficios tributarios- conocidos por todos- que permiten aportar en acciones concretas y viables, con visión a largo plazo, con ganancias sociales inimaginables que ayudarían a evitar el circo político del cual hemos sido parte el último tiempo y sobretodo, la polaridad extrema en la que nos encontramos. El Estado, por más que así lo quiera o que creamos que así debiera ser, no logra llegar hasta el último rincón de las demandas sociales. El costo/beneficio de donaciones directas a organizaciones civiles que trabajan, por ejemplo, en acciones para disminuir la delincuencia es un gran win win: gana la empresa, gana la sociedad, gana el Estado, ganamos todos.
La pregunta que debemos hacernos es: ¿Vale la pena? Pues claro. No da lo mismo involucrarnos o no. No da lo mismo reconocer que el cambio nos concierne a todos. Tampoco da lo mismo exigir mientras somos simples espectadores y esperamos mayor seguridad pública, una mejor economía, fin del narcotráfico, educación, trabajo, vivienda, etc. Es el mundo privado en alianza con la sociedad civil y el sector público quienes deben asumir el protagonismo y entre todos construir un mejor Chile para todos.
Carolina Sánchez Diez | Fundación Paternitas