Ceremonia de Bautismo y Primera Comunión en el CIP San Joaquín del Sename

Ceremonia de Bautismo y Primera Comunión en el CIP San Joaquín del Sename

El 28 de julio y el 4 de agosto, más de 50 jóvenes del centro de Internación provisoria San Joaquín del Sename, recibieron la celebración de los sacramentos de bautizo y primera comunión por el Pbro. Nicolás Vial, presidente de Paternitas.

La ceremonia contó además con la participación del Ministro de Justicia, Hernán Larraín, quien recalcó la importancia valórica y de reinserción que se realiza en el centro: “El trabajo de la Fundación Paternitas que se ocupa de la salud espiritual de los jóvenes, preparándolos para el bautizo y la primera comunión, es un paso muy importante para ellos en su vida. Estoy seguro que esta acción los va ayudar a ser mejores personas, pues todos debemos ocuparnos del proceso de reinserción de estos jóvenes, que cometieron un error, pero que merecen una nueva oportunidad”, comentó.

Durante la jornada, las familias pudieron compartir y participar como padrinos de los jóvenes, valorando y agradeciendo la oportunidad de reflexión.

Reinserción laboral: ¿Cómo hacerlo posible?

Reinserción laboral: ¿Cómo hacerlo posible?

“Es importante que las empresas vean su actividad como una noble tarea”. Con esas palabras fue como comenzó el encuentro anual de socios de la Unión Social de Empresarios, Ejecutivos y Emprendedores Cristianos (USEC) donde con gran orgullo Paternitas presentó su modelo de reinserción para aquellos jóvenes y adultos privados de libertad.

En la oportunidad se conversó sobre la importancia de la inclusión y sobre la posibilidad de que las empresas incorporen en su organización a personas que hayan infringido la ley y que, luego de capacitarse, hayan decidido comenzar con una nueva forma de vida.

El Pbro. Nicolás Vial, Director de Paternitas, fue claro en mencionar la importancia del acompañamiento integral más allá de la capacitación donde el apoyo psicológico, el diálogo con las familias y la preocupación por el bienestar diario, son la base para un nuevo futuro.

Uno de los beneficiarios de Paternitas fue al encuentro a contar su experiencia y a demostrar que se puede romper el círculo; además de recalcar la importancia del apoyo empresarial: “No ha sido fácil. En todos lados me piden papeles de antecedentes y me cierran las puertas, por lo que he tenido que optar por pequeños negocios como verdulero, o ahora, como Uber. Por eso cuando me ofrecieron participar en el curso de Paternitas lo tomé: quería aprender más de cocina, pero sobre todo, quiero tener por fin un empleo formal, legal, con contrato, donde sepan quién soy y donde valoren mi trabajo. No pido un favor, pido una oportunidad para trabajar honestamente y cambiar así el futuro de mis hijos”.

 

Ceremonia de Certificación “C.R.E.O Adultos 2018”

Ceremonia de Certificación “C.R.E.O Adultos 2018”

El pasado 02 de agosto celebramos la primera Ceremonia de Cierre de la Etapa de Capacitación del Proyecto “C.R.E.O. Adultos 2018” de la Subsecretaría del Trabajo ejecutado por Fundación Paternitas en colaboración con la Dirección Regional Metropolitana, correspondiente al curso Asistente Administrativo Mención Bodega e Instalador Eléctrico.

Autoridades presentes:

  • Paula Vidal Vergara Seremi del Trabajo y Previsión Social
  • Rodrigo Díaz Corral, Director Ejecutivo Programa Pro-empleo
  • Cristóbal Auger Hinrichsen, jefe de Programa Pro-empleo
  • Coronel Alejandro Troncoso Chaparro, Alcaide CDP Santiago Sur
  • Alejandra Morales Villalobos, encarga da Regional de Programa de Intermediación laboral Unidad técnica regional.
  • Gendarmería de Chile Gonzalo Soto, encargado de Pilza CRS Sur
  • Andrea Gutiérrez, encargado Pilsa CRS oriente quien estuvo a cargo de darle la bienvenida a todos y en representación de la Fundación fue Eduardo Romo Lafoy Director de Fundación Paternitas

Embriaguez de la soledad

Señor Director:

Un crimen tan alevoso y descarnado, y con ese ensañamiento brutal confesado por Ariel Mena Suazo, deja en estado de schock a un país entero. Ante lo ocurrido, no es de extrañar que se produzca una ceguera en lugar de una mirada en perspectiva que permita un análisis amplio, sin perder la cosmovisión respecto de la génesis que lleva al horror de estos hechos delictivos.

Solamente teniendo un amplio panorama de la situación social, sicológica, familiar, educacional y muy en particular de la salud mental del imputado o confeso, podrán las autoridades competentes y las organizaciones especializadas evitar en el futuro lo que, de cuando en cuando vuelve a suceder, sumiendo en el terror, dolor, muerte y sufrimiento a las víctimas por el resto de sus vidas.

Con todo, lo anterior se pudo evitar, y los verdaderos responsables de aquel fatídico día son y serán siempre quienes por distintas circunstancias no son capaces de sancionar lo que les corresponde hacer, traicionando los deberes y decisiones que la inercia, negligencia, indiferencia o ausencia de profesionalismo les impidió.

La cantinela y verborrea de opiniones, de uno y otro lado, son solo un subterfugio que puede convencer a algunos, al menos en lo inmediato, para justificarse en una suerte de engaño comunicacional, sin base ni consistencia.

Un adolescente de 18 años que ha sido detenido más de 30 veces deja en evidencia la inoperancia del Estado para abordar cualquier acción que tenga como finalidad ofrecer recursos contundentes para reorientar una vida en agonía, consumida por la embriaguez de la soledad, de las ausencias, sin afecto, en total abandono social, moral y educacional. Una sociedad responsable y preocupada de todos sus componentes hace rato que debió tomar resguardo y apoyar de distintas maneras a quien carecía de lo esencial para no convertirse en un peligro para la sociedad. Es vergonzoso escuchar a los más altos responsables del Poder Judicial hablar de aumento de las penas ante delitos reiterados de los jóvenes, ignorando, lamentablemente, las consecuencias y peligro que reviste para la ciudadanía aquello. Hay otras vías para sacar a estos jóvenes del delito, considerablemente más eficaces que la privación de libertad, con vastas estadísticas que lo demuestran.

La Fundación Paternitas avala esas estadísticas y con su metodología aplicada sin duda que Ariel no habría cometido tan espantoso y deleznable crimen.

Vayan mis condolencias, oración, respeto y admiración hacia la familia de la difunta señora Carmen Gómez y que a todos Dios nos dé valentía para trascender la oscuridad que en tantos lugares se nos impone.

Pbro. Nicolás Vial Saavedra

Presidente Fundación Paternitas

Obispos, se espera una renuncia madura y en conciencia

La valentía, dedicación y profunda libertad del arzobispo Charles Scicluna y de su colaborador Jordi Bertomeu contrasta con lo que el Santo Padre manifiesta en el documento reservado, que entregó a los obispos chilenos, que por cierto aseveran desconocer lo que allí se denuncia, destacando una secuencia de negligencias, destrucción de evidencia, silenciamiento y encubrimientos respecto a los abusos sexuales, de poder, autoritarismos, sectarismos, etc. registrados los últimos decenios en nuestro país.

Sorprende, por otra parte, que haya tenido que levantar la voz un Cardenal extranjero como  Sean O’ Malley para que el Papa reconsiderara su actitud hacia el obispo Barros y determinara una investigación con las consecuencias que ya todos sabemos.

El sentir de una inmensa mayoría de los fieles creyentes, manifiesta una profunda sospecha hacia el conjunto de la conferencia episcopal, situación que les deja en una suerte de minusvalía moral y ética de proporciones.

Algunos expresan que la totalidad de los obispos deben renunciar indeclinablemente. Esto por el encubrimiento de algunos, el silencio cómplice de otros, la indiferencia de los más y también los que conociendo los graves delitos y alevosos crímenes no tuvieron la gallardía, coraje ni valentía para luchar en consecuencia con sus principios y valores que parecían ostentar.

Renuncia madura y en conciencia, conforme a un discernimiento profundo y adulto sin esperar, con cierto infantilismo, que la decisión cómoda y sin esfuerzo venga por la vía externa.

Son los laicos creyentes, inmersos por todos los rincones de la Patria, quienes, a partir de hoy, tienen la antorcha en sus manos para correr hacia la próxima posta, exigiendo sin miramientos y acobardamientos, de ninguna índole, a sus pastores y acompañantes espirituales fidelidad al Ministerio ordenado.

Fin a los flirteos con los poderes económicos o partidos políticos, alianzas sociales y/o sectarias.

Finalmente, estos hombres y mujeres cuidadores de la fe, de las buenas costumbres, de lo que no se condice con la condición del ser obispo o sacerdote, tendrán que comprometerse a emplazar a todos aquellos que de una u otra manera avergüencen a la comunidad, sean negligentes en las denuncias o simplemente las ignoren.

Con este grupo de creyentes ejerciendo su ministerio Bautismal, como reserva moral y espiritual, no llegaremos nuevamente a los hechos que hoy tanto nos avergüenzan y denostan.

Condena humanitaria

Señor Director:

Llama la atención que todavía se insista sobre la necesidad de construir nuevas cárceles para el combate al hacinamiento que, lamentablemente, por decenios se ha enquistado en nuestro sistema penitenciario. Continuar con ese discurso revela una miopía cavernaria, y por otro lado se mantiene un argumento superado y añejo que para nada soluciona el problema de fondo.

Sabemos por experiencia que los países castigadores no resuelven los problemas de sobrepoblación carcelaria con la construcción de nuevos centros de privación de libertad, porque en el más corto plazo vuelven a estar abarrotados y desbordados de quienes languidecen víctimas de todos los oprobios, dolores, marginalidad y atentados contra los derechos básicos y fundamentales que las cárceles se han especializado en practicar.

“El Mercurio” se refirió, recientemente, a esta situación crítica y deshumanizante, en la que algunas voces señalan que la panacea para esta cuestión, que el Estado no ha sido capaz de resolver, se corrige con la creación de nueva infraestructura para los efectos indicados. Mientras mentes visionarias -en muchas latitudes del mundo- vislumbran que lo pertinente para la seguridad de un país y el flagelo del hacinamiento no está en hacer nuevas construcciones sino en la creación de leyes y protocolos que recuperen al delincuente fuera del ambiente carcelario, otros hacen caso omiso de aquello.

Nuevas alternativas a la privación de libertad tendrían como efecto positivo, además de ser prosocial y efectivo para recuperar a un individuo, disminuir su tasa de reincidencia de un 60% a un 24% y, en breve, reducir considerablemente el hacinamiento, con la consiguiente economía que ello significaría para el país, ya que el costo de atención de quienes han delinquido y su entorno familiar, considerando las capacitaciones respectivas para la inclusión social y destrezas laborales, es 60 o 70% menos del gasto que el Estado realiza con cada uno de los privados de libertad.

La Fundación Paternitas -experta en materias de inserción social, habilitación y acompañamiento de quienes han delinquido- muestra cifras azules que parecen ser de poca importancia para los que proyectan nuevas construcciones de cárceles, a pesar de que la recuperación de una persona sujeta a régimen carcelario ostenta porcentajes vergonzosos. La insensibilidad y el acostumbramiento que han desarrollado los órganos judiciales, fiscalizadores y administrativos para ver el abandono y marginalidad de quienes están dentro de la red penitenciaria muestran una pobreza moral, ética y de irresponsabilidad sin precedentes, generando por lo mismo abuso indiscriminado de los operadores penitenciarios sobre quienes han sido víctimas de un sistema opresor y de exclusión impresentable.

Los jueces, conscientes del hacinamiento de las cárceles como de la ignominia que a ello le sigue, deberían interpretar la ley de modo más acorde con estas circunstancias y considerar al momento de dictaminar la pena otras instancias que esa misma ley los faculta con amplio criterio.

Pbro. Nicolás Vial Saavedra
Presidente Fundación Paternitas

A Fernando Paulsen

A Fernando Paulsen

Tengo la mejor impresión de su persona y he tenido la suerte de ser entrevistado por usted. Con todo creo que no se avienen con sus cualidades y principios los epítetos y comparación con que se ha referido al señor Arzobispo de Santiago. Me parece que la autoridad establecida, por muy equivocada que esté, no puede ser calificada de esa manera, porque ello no soluciona nada, al contrario lesiona su propia imagen de periodista y mina   las relaciones mutuas. Usted tiene una excelente, aguda y notable capacidad para conversar con el público que lo sigue y pudo expresar de una manera mucho más acorde a su profesionalismo su molestia ante las expresiones del Cardenal. Nobleza obliga y por lo mismo hubo tanta repercusión en la comunidad nacional. Todos nos equivocamos, pero hay formas muy distintas para manifestar nuestra disconformidad.

Esta carta no la escribo como defensa de nadie. Simplemente prefiero que triunfe el diálogo debido, el respeto, la voluntad de superar los conflictos y en particular, la disposición para ayudar al que se equivoca. Las descalificaciones agresoras no ayudan a crear espacios para un Chile más fraterno e inclusivo. Los niños repiten lo que ven hacer a sus maestros en la escuela de la vida; a veces repercute muy profundamente en sus corazones. La inmensa mayoría de quienes se encuentran en privación de libertad han sido hijos de la violencia verbal, descalificación y exclusión. No sigamos por ese absurdo camino.

Paternitas lleva trabajando décadas con las personas privadas de libertad, adultos y adolescentes, en la esperanza de que por medio de actitudes, palabras correctivas y oportunas, invitaciones, diálogo respetuoso con propósitos atractivos, descubran que vale la pena vivir de manera distinta a la que ha sido hasta ahora.

Romper los cerrojos de lo vulgar, de lo irreverente, del que no acepta equivocarse y se cree perfecto podría ser un buen propósito para vernos con otros ojos.

Pbro. Padre Nicolás Vial Saavedra

Presidente Fundación Paternitas

Vivir la esperanza

Señor Director:

Los últimos tiempos han sido testigos, de manera evidente, del pecado de la Iglesia chilena como una serpiente venenosa que se ha deslizado y ha dejado su ponzoña por todos lados, impactando profundamente el corazón de las personas. Se escucha a menudo decir a algunos que lo ocurrido es de tal envergadura que cuesta ser optimista y hacer que surja la esperanza.

La experiencia de la Fundación Paternitas ha sido hacer notar que es mucho más importante el futuro que aún no empieza, que un pasado contaminado y muerto. Esto lo decimos en virtud de nuestros usuarios, que llegan a la Fundación movidos por el anhelo de un verdadero cambio de paradigma, que deben hacer realidad enfrentando y luchando contra una sociedad sospechosa y estigmatizadora.

Este drama, inserto en la historia, no ha dejado indemne ni a la Iglesia, ni a los pueblos ni a la política ni a la economía. En un contexto cultural, donde se ha privilegiado el abuso de poder, la mentira, la descortesía, la corrupción, la deslealtad, emerge la ciudadanía como profeta de la historia, el Papa Francisco, y voces múltiples invitando a volver a los orígenes de la cristiandad, que nos han de llevar a la restauración de las relaciones humanas, la ecología, la dignidad y el respeto por la vida.

En este contexto, habiendo sido llamados al orden sacerdotal para proclamar la verdad, la justicia y el amor, se ha traicionado, de manera vulgar y vergonzosa este ministerio. Sin embargo, estos hechos conllevan la esperanza de ser derrotados del orgullo, de la soberbia, del creernos invictos, de pensar que lo sabemos todo. Debemos aprender a escuchar, a conocer los dolores, las angustias y las heridas de los demás, y acogerlos con bondad y misericordia.

Hoy, más conscientes que nunca de nuestras debilidades, y equiparados al pecado más abyecto de la humanidad, nos queda implorar la gracia de Dios para levantarnos y reiniciar el camino para el cual hemos sido llamados.

Pbro. Nicolás Vial Saavedra
Presidente Fundación Paternitas

Caso Barros, no más cortinas de humo

“… He incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada…” señaló el Papa a los obispos de Chile en carta fechada el 08 de abril en curso.

Así de claro, valiente y sin rodeos es lo que espera el país se sincere quien o quienes le han ocultado la información de la que reclama el Santo Padre haber sido víctima.

La manipulación de hechos criminales, venga de donde venga, para ocultar o desviar la verdad, deja de manifiesto un desequilibrio mental, valórico y espiritual profundo y grave.

El largo silencio de el o los responsables del mal causado a la máxima autoridad de la Iglesia, demuestra que podríamos estar ante la presencia de sujetos insanos que no tienen capacidad para reconocer sus errores y, menos aún, los daños provocados.

Ahora, ante el nuevo escenario del documento enviado por Francisco, se escuchan algunas voces pueriles que pretenden convencernos de la inocencia de quienes debieron haber informado claramente, con argumentos que no representan en absoluto lo que esperamos de personas maduras, responsables y educadas para el discernimiento.

Incluso no ha faltado quien ha dicho que las denuncias y acusaciones de abuso sexual son orquestadas por personas mal intencionadas. Sin duda que lo anterior deja claro la insensibilidad y poco tino de su argumento, amén de ridiculizar y desviar el foco central de lo que la carta del Papa expresa.

No más voladero de luces, cortinas de humo, soberbia y auto defensa. Que surja la verdad, aquella que nos hace libres, fraternos, humildes, auténticos.

Chile lo necesita y la Iglesia más

Al ministro de Justicia

Señor Director:

Luminoso ha sido el anuncio del ministro de Justicia a propósito de los tres menores heridos por riña en Puerto Montt. En él señaló que reducirá la cantidad de niños que atiende el Sename. Es una apuesta por la calidad antes que la cantidad, elemento fundamental para lograr el objetivo, cual es recuperar en un caso a caso la problemática que precipita a este segmento hacia el mundo de la delincuencia y del consumo de drogas.

Desde mi punto de vista, su propuesta tendría que ir aparejada con la disminución de funcionarios públicos que inundan algunos centros juveniles de manera desbalanceada, en la proporción entre joven atendido y personal dedicado a la atención.

Cabe destacar que la Fundación Paternitas ha tenido éxitos notables con los mismos jóvenes refractarios y de reputación negativa al interior del servicio. Para lograrlo, están por un lado el trato humanitario, vínculos con su familia, diálogo respetuoso, ausencia de apodos y malos tratos, y por otro lado esa suerte de rivalidad de imputados y condenados hacia la institución pública a la que son derivados.

Qué difícil ha sido para nosotros poder trabajar en conjunto con el Sename, optimizando los recursos humanos y económicos que el Estado de Chile destina para esta causa, y evitando multiplicar esfuerzos paralelos que no dan los resultados que todos esperamos.

Una vía eficaz para descender a las verdaderas soluciones que requiere el proceso de modernización en el que el ministro de Justicia está abocado es escuchar de primera línea la agobiante existencia, el dolor, el maltrato, los abusos de quienes están en privación de libertad. En esos encuentros profundos del alma surgirán las metodologías que hoy se requiere aplicar para que desplieguen sus alas y se enamoren de ideas y posibilidades que ciertamente pueden asumir.

Si el ministro de Justicia cree que en un encuentro personal pudiéramos profundizar mejor sobre estos puntos, que cuente con mi total disposición.

Pbro. Nicolás Vial Saavedra

Presidente Fundación Paternitas