Señor Director,
Independiente a que la determinación del juez Urrutia sobre las video llamadas para miembros del tren de Aragua sea correcta o no, dejó en evidencia la dificultad que arrastra nuestra sociedad para ofrecer alternativas y oportunidades a quienes delinquen.
La seguridad interna de nuestro país no se va a solucionar ni condenando a todo el mundo a la cárcel ni militarizando solamente.
Como método y acción humanitaria, deberíamos aplicar audazmente nuevas formas de inserción social sin el paso por una cárcel.
En una experiencia piloto, ¿estarán el Estado y la sociedad en general, dispuestos a utilizar ideas avanzadas y renovadoras?
Considerando el tipo de delito, (no indiscriminadamente), debiéramos pensar en asignar una mensualidad (equivalente a lo que cuesta el per cápita de privación de libertad) con fines precisos de estudio, vivienda, alimentación y rehabilitación.
¿Acaso instituciones como Paternitas no encontraríamos mucha más voluntad y flexibilidad en estas personas para un cambio de por vida? De paso, habrá un gran ahorro de multas por hacinamiento carcelario.
Pbro. Nicolás Vial Saavedra – Presidente Fundación Paternitas