A Fernando Paulsen

Tengo la mejor impresión de su persona y he tenido la suerte de ser entrevistado por usted. Con todo creo que no se avienen con sus cualidades y principios los epítetos y comparación con que se ha referido al señor Arzobispo de Santiago. Me parece que la autoridad establecida, por muy equivocada que esté, no puede ser calificada de esa manera, porque ello no soluciona nada, al contrario lesiona su propia imagen de periodista y mina   las relaciones mutuas. Usted tiene una excelente, aguda y notable capacidad para conversar con el público que lo sigue y pudo expresar de una manera mucho más acorde a su profesionalismo su molestia ante las expresiones del Cardenal. Nobleza obliga y por lo mismo hubo tanta repercusión en la comunidad nacional. Todos nos equivocamos, pero hay formas muy distintas para manifestar nuestra disconformidad.

Esta carta no la escribo como defensa de nadie. Simplemente prefiero que triunfe el diálogo debido, el respeto, la voluntad de superar los conflictos y en particular, la disposición para ayudar al que se equivoca. Las descalificaciones agresoras no ayudan a crear espacios para un Chile más fraterno e inclusivo. Los niños repiten lo que ven hacer a sus maestros en la escuela de la vida; a veces repercute muy profundamente en sus corazones. La inmensa mayoría de quienes se encuentran en privación de libertad han sido hijos de la violencia verbal, descalificación y exclusión. No sigamos por ese absurdo camino.

Paternitas lleva trabajando décadas con las personas privadas de libertad, adultos y adolescentes, en la esperanza de que por medio de actitudes, palabras correctivas y oportunas, invitaciones, diálogo respetuoso con propósitos atractivos, descubran que vale la pena vivir de manera distinta a la que ha sido hasta ahora.

Romper los cerrojos de lo vulgar, de lo irreverente, del que no acepta equivocarse y se cree perfecto podría ser un buen propósito para vernos con otros ojos.

Pbro. Padre Nicolás Vial Saavedra

Presidente Fundación Paternitas